domingo, 14 de diciembre de 2014

ARTÍCULO DE OPINIÓN SOBRE EL TEMA
LA PEDAGOGÍA GESTÁLTICA. ORIGEN Y PRINCIPIOS BÁSICOS
Requería Herón II, rey de Siracusa y pariente de Arquímedes (287 a.C. - 212 a.C.), saber si la corona encargada al orfebre local era realmente de oro puro. Advirtió el rey a Arquímedes, expresamente, que no dañase la corona. Arquímedes dio varios rodeos al problema, hasta que un día, al meterse en la bañera, vino a solucionar el asunto. De acuerdo con lo percibido, pensó que el agua que se desbordaba tenía que ser igual al volumen de su cuerpo en ella sumergido, por lo que, trasladando el asunto a la corona de Herón, si medía el agua que rebosaba al meter la corona, accedería a saber el volumen de ésta, y acto seguido, podría compararlo con el volumen de un objeto de oro que pesase igual que la corona. Si los volúmenes no fuesen iguales, sería la prueba de que la corona no era de oro puro. Excitadísimo por el descubrimiento, salió del baño y corriendo desnudo a palacio, gritaba: ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! El griego eurhka  (Eureka) pasa a la posteridad como la expresión que anuncia el descubrimiento.
Arquímedes logró demostrar que la corona tenía mayor volumen que un objeto de oro con el mismo peso, contenía plata, un metal de menor densidad que el oro.
“La fórmula” fundamental de la teoría Gestalt, puede ser expresada de la siguiente forma: Hay todos cuyo comportamiento no está determinado por sus elementos individuales, sino donde los procesos parte se encuentran determinados por la naturaleza intrínseca del todo. Es la esperanza de la teoría Gestalt el determinar la naturaleza de tales todos”.
Max Wertheimer, lección dada en 1924 a la Sociedad Kantiana de Berlín.
Gestalt es una palabra alemana que significa “forma” pero también puede traducirse como “figura”, “cuerpo”, “configuración” o “estructura”. Así mismo Gestaltpsychologie es otro término alemán que se traduce por “Psicología de la forma”.
La Gestalt es una corriente de pensamiento dentro de la psicología moderna, surgida en Alemania a principios del siglo XX, como una reacción al estructuralismo y al conductismo. Afirma que la mente configura, a través de ciertas leyes, los elementos que llegan a ella a través de los canales sensoriales (percepción) o de la memoria (pensamiento, inteligencia y resolución de problemas). Este planteamiento se ilustra con el axioma el todo es más que la suma de las partes, con el cual se ha identificado con mayor frecuencia a esta escuela psicológica.
Esta escuela postula que las imágenes son percibidas en su totalidad como forma o configuración y no como mera suma de sus partes constitutivas. En las configuraciones perceptivas así consideradas, el contexto juega además un papel esencial. La Psicología de la Gestalt intentó formular las leyes de estos procesos perceptivos.
Es importante distinguirla de la Terapia Gestalt, exponente de la corriente humanista fundada por Fritz y Laura Perls que surgió en Estados Unidos en la década de 1960.
Los representantes principales de la Psicología de la Gestalt son Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Köhler.
Max Wertheimer (1880-1943) es considerado el fundador de la Gestalt. Se cuenta la anécdota de que en 1910 durante un viaje en tren camino de Viena, al observar el movimiento aparente de objetos estacionarios, desde los más lejanos hasta los más cercanos, se preguntó por qué parece que éstos se mueven. Se bajó del tren en Frankfurt, se compró un estroboscopio de juguete y se pasó toda la noche en una habitación de hotel tratando de determinar en qué condiciones ocurría el fenómeno. Ese mismo año le ofrecieron un laboratorio en el Instituto Psicológico de Frankfurt, donde profundizó su estudio sobre la ilusión del movimiento aparente, fenómeno al que denominó Fenómeno Phi. Este primer estudio junto con su artículo Estudios experimentales de la percepción del movimiento publicado en 1912, se considera como el inicio formal de la Escuela de la Psicología de la Gestalt.
El Fenómeno Phi consiste en una ilusión óptica de nuestro cerebro que hace percibir movimiento continuo en donde hay una sucesión de imágenes. El proyector cinematográfico se basa en este efecto para engañar a la mente con la percepción del movimiento continuo entre fotogramas.
Wertheimer distinguió entre pensamiento reproductivo (repetición mecánica y ciega) y pensamiento productivo (proceso insight, cierre del campo psicológico para formar una reestructuración global).
Kurt Koffka (1886-1941) participó como sujeto en las investigaciones que estaba realizando Wertheimer en la Universidad de Frankfurt en 1910. En 1922 publicó el artículo Percepción. Una introducción a la teoría de la Gestalt en una revista científica norteamericana, lo que llevó a mucho psicólogos estadounidenses a pensar de forma errónea que la Gestalt solamente se interesaba en la percepción. Más tarde, en 1935, publicó el libro Principios de la Psicología de la Gestalt, en donde intentó realizar una presentación completa sobre esta teoría.
Wolfgang Köhler (1887-1967) también participó como sujeto, junto con Koffka, en las investigaciones de Wertheimer. En 1917 publicó Examen de la inteligencia de los homínidos, basado en los estudios realizados con chimpancés en Tenerife. Descubrió que estos utilizan estrategias reflexivas para resolver dificultades y que no dependen únicamente del aprendizaje por ensayo y error, tal como había planteado Thorndike. Realizó sus famosos experimentos sobre el insight (intuición, perspicacia, penetración psicológica) hasta 1920, cuando regresó a Alemania. Posteriormente, estuvo dando conferencias en muchas Universidades de los Estados Unidos convirtiéndose junto con Wertheimer en el principal portavoz de la Gestalt.
Köhler formuló uno de los principios más importantes de esta teoría, el concepto del aprendizaje por el insight, mediante el cual el sujeto comprende una verdad interna que provoca cambios en la conducta, ya que influye en la conciencia de si mismo y en su relación con respecto al resto. El insight es el resultado de una reestructuración súbita, es un darse cuenta, un tomar conciencia, también hace referencia a la comprensión de la propia conducta, de manera que tiene una enorme importancia psicológica, puesto que determina la capacidad de auto comprensión y de autoconocimiento y el nivel de habilidad para establecer conexiones entre nuestro mundo interior, nuestro cuerpo y las circunstancias del mundo externo.
Sumergido en la bañera, Arquímedes tuvo eso que los psicólogos llaman un insight, una invisión, un discernimiento, un aprendizaje súbito, sin tanteos, una experiencia de comprensión profunda, una suerte de inspiración que le permitió una solución súbita, conectada al mundo del inconsciente. Y es más que probable que cada uno de nosotros hayamos resuelto más de un problema por invisión, de forma súbita, como por arte de magia, que hayamos tenido la oportunidad de gritar el ¡Eureka! inmortalizado por Arquímedes en algún momento de nuestras vidas.
Será Köhler quien dará el sentido que tiene el término Gestalt, como una suerte de entidad característica e individual con existencia independiente y que posee forma, estructura, entre sus atributos. El proceso de aprendizaje está subordinado a la percepción: la clave para aprender es descubrir la respuesta adecuada, la cual depende de la estructuración del campo y del surgimiento de una Gestalt.
Según Köhler “nadie puede comprender una partida de ajedrez si únicamente observa los movimientos que se verifican en una esquina del tablero”. La Escuela Gestalt basa su estudio en el todo, no en cada una de sus partes. Los acontecimientos y los objetos se perciben como un todo organizado. La organización básica comprende una figura (en lo que nos concentramos) sobre un fondo.
Tanto Wertheimer como Koffka y Köhler tuvieron que emigrar a los Estados Unidos para escapar de la barbarie nazi y de esta forma empezaron a introducir las ideas gestálticas entre los psicólogos norteamericanos.
La Gestalt critica fuertemente al estructuralismo y al conductismo, ya que reconoce la existencia e importancia de los procesos mentales y niega por completo las propuestas estructuralistas al decir que el todo es mayor y diferente a la suma de sus partes. Según la Gestalt, la percepción humana no es la suma de los datos sensoriales, sino que pasa por un proceso de reestructuración que configura a partir de esa información una forma, una Gestalt, que se destruye cuando se intenta analizar.
El aprendizaje es considerado como un proceso mental que se da al mismo tiempo, en el que la mente estructura la situación total del problema, es decir, que la percepción es un proceso no solo sensorial, sino también cognitivo. El sujeto organiza la información para generar un todo con un orden específico y ese orden depende de la configuración mental de la persona, lo cual no es un cambio físico de la mente, sino más bien un cambio en la manera de cómo el individuo percibe el ambiente.
Consideraban que los principios de la organización perceptual no sólo explican nuestras percepciones visuales, sino también las auditivas y táctiles, así como los procesos mentales superiores como la memoria. Demostraron que el ser humano no percibe las cosas como entidades sin relación y aisladas, sino que más bien las organiza, mediante el proceso perceptivo, en totalidades significativas. En cada situación se da una figura o punto de interés y un fondo sin interés. Mientras hay interés la escena aparece organizada de un modo significativo.
La palabra Gestalt se refiere a una entidad específica concreta, existente y organizada que posee un modelo o forma definida, relacionando esta idea, sobre todo, con la percepción visual. Sin embargo, la aplicación del término no se limita, por supuesto, al campo visual, y ni siquiera al campo sensorial en su conjunto. Aprender, pensar, procurar, actuar, han sido tratados todos como totalidades significativas.
El fenómeno descrito, que se ubica en el plano de la percepción, también involucra a todos los aspectos de la experiencia. Es así como algunas situaciones que nos preocupan y se ubican en el momento actual en el status de figura, pueden convertirse en otros momentos, cuando el problema o la necesidad que la hizo surgir desaparecen, en situaciones poco significativas, pasando entonces al fondo.
El enfoque gestáltico es holístico; es decir, que percibe a los objetos, y en especial a los seres vivos, como totalidades. Como ya hemos dicho varias veces, en Gestalt "el todo es más que la suma de las partes". Todo existe y adquiere un significado en el interior de un contexto específico; nada existe por sí solo, aislado.
La Gestalt hace varias aportaciones importantes a la psicología, sobre todo a la parte cognitiva: las leyes de percepción, que son importantes para entender el procesamiento de la información visual; la idea de que los seres humanos percibimos el todo; el postulado de que el pensamiento está configurado en base a la percepción; y la relación entre sensación y percepción.
Ha mostrado su aplicación especialmente en el ámbito educativo y en psicoterapia. La aplicación de estas ideas puede llevarse a algo tan ordinario como las frecuentes discusiones con otras personas. Es factible observar que las dos partes tienen razón si se aprende a adoptar, aunque sea por un momento, la perspectiva del otro. A esa cualidad se le llama empatía y es una manera saludable de relación con los demás donde se rompe con un campo perceptible reducido para llegar a uno más amplio y organizado.
En los ámbitos terapéutico, educativo o cualquier otro, los psicólogos de la Gestalt aplican diversos principios, según los cuales rige la percepción. Aplicando sus ideas a la psicología de la educación, Wertheimer sostuvo que era preciso enseñar a los niños conceptos globales, que contribuyeran a su intelecto general, antes que inculcarles los detalles, pues cuando los pormenores les son enseñados primero, a menudo los alumnos se confunden y no logran comprender el significado de lo que aprenden.
La teoría de la Gestalt constituye, sin lugar a dudas, un caso paradigmático dentro de las teorías del aprendizaje. Mientras los sujetos del conductismo aprenden de modo asociativo, los de la Gestalt lo hacen por insight. En los presupuestos de esta teoría el sujeto en su interacción con el medio se orienta en función de lo que observa/percibe de la situación total y de las relaciones que descubre entre las partes y el todo. De igual manera, la mente del sujeto es concebida como un campo cognitivo/significativo total organizado y reestructurado permanentemente por la percepción.
Esta teoría es totalmente opuesta a los principios del conductismo, donde la percepción se considera una reproducción de los objetos en forma de imagen mental, y el pensamiento una combinación mecánica de tales imágenes. Además, se rechaza la idea de que el conocimiento tenga una naturaleza acumulativa o cuantitativa.
Para la Gestalt, la psicología debe estudiar el significado: las unidades de análisis deben ser las totalidades significativas o Gestalten. Según estos psicólogos, la mente es activa ya que no acepta pasivamente lo que percibe, sino que busca significados constantemente frente a los estímulos externos. Es así como durante la percepción en nuestra mente encontramos elementos sensoriales que se organizan en un significado. De esta forma la mente crea una experiencia unitaria.
Para que lo aprendido pueda ser recordado fácilmente, debe ser integrado a una unidad cognitiva, es decir, debe ser comprendido. La teoría de la Gestalt subraya que, para facilitar el aprendizaje, el material debe ser asimilado por comprensión o por integración con materiales aprendidos con anterioridad. Esta concepción teórica de la Gestalt parte de un número de experimentos realizados por ellos, sobre la percepción y el pensamiento. Algunas de las investigaciones consistían en situaciones de aprendizaje que mostraban la superioridad del aprendizaje por comprensión o reestructuración sobre el aprendizaje memorístico o asociativo.
Los psicólogos de la Gestalt expresan que buena parte del aprendizaje humano es por insight, o comprensión súbita, esto significa que el paso de la ignorancia al conocimiento ocurre de forma repentina. Este punto de vista es muy contrario al paradigma conductista, que plantea el aprendizaje por asociación. Otra de las diferencias claves entre ambos paradigmas, es que en la concepción de los gestaltistas, el sujeto aprende no sólo del éxito, sino reinterpretando sus fracasos.
La teoría de la Gestalt fundó las bases de un nuevo paradigma en el aprendizaje. Propuso un modelo que contribuyó a solucionar algunos problemas educativos. El enfoque gestáltico tiene en cuenta que, en el proceso de aprendizaje deben desarrollarse las capacidades intelectuales o cognitivas, las afectivas y emocionales, así como las acciones (el hacer). En el pensamiento productivo desempeña un papel clave el convencimiento que tenga el profesor de la importancia que tiene tratar de atender las particularidades de sus alumnos respecto a aquello que interesa que aprendan.
A pesar de las críticas a la teoría de la Gestalt, no puede dejar de reconocerse el valor que representa ante postulados que emergieron posteriormente. Al romper con el paradigma asociacionista y recuperar la conciencia para el estudio del aprendizaje generaron una nueva visión de la manera de concebirlo.
Aplicar la teoría de la Gestalt en la educación sugiere la necesidad de plantear las situaciones con una visión global. El docente debe orientar la conducta en base a relaciones que lleven al alumno a resolver situaciones problemáticas, que lo motiven a actuar y resolverlas. Ello requiere una enseñanza en la que el alumno sea su propio constructor del aprendizaje. Estas ideas de cómo aprende el que aprende, están insertas en muchos de los paradigmas contemporáneos.
Valencia, 24 de noviembre de 2014
ANEXO: Leyes Fundamentales de la organización perceptual
1.  Ley de Figura Fondo
Cualquier campo perceptual puede dividirse en una figura contra un fondo. La figura se distingue del fondo por características como tamaño, forma, color, posición, etc. El cerebro no puede interpretar un objeto como figura y fondo al mismo tiempo. Esta ley es la de mayor fuerza y trascendencia, porque puede considerarse que abarca a todas las demás, ya que en todas late este principio organizativo de la percepción, observándose que muchas formas solo se constituyen como figuras definidas cuando quedan como superpuestas o recortadas sobre un fondo más neutro.
2.  Ley de la Pregnancia, de la Simplicidad o de la Forma Buena o Previsible
La experiencia perceptiva tiende a adoptar las formas más simples posibles; los elementos son organizados en figuras lo más simétricas, homogéneas, regulares y estables posibles. En resumidas cuentas, si una figura resulta más simple al ser interpretada en tres dimensiones que al hacerlo en dos, el individuo la interpretará de ese modo, saliéndose del plano. Este es otro principio fundamental y gobierna a las otras leyes. Como desarrollo de esta ley aparecen otras tres:
2.1. Ley de Cierre, de Clausura o de Completamiento de las Figuras
Si una figura está incompleta, el perceptor la completa en su mente añadiendo los elementos faltantes, es decir, aquellas cosas que no están del todo cerradas o terminadas tienden a ser percibidas o recordadas como cerradas.
2.2. Ley de Continuidad
La mente continúa un patrón, aun después de que el mismo desaparezca. Cuando algunos elementos o puntos parece que completan una serie o secuencia dotada de significado, el sujeto las experimenta como si estuvieran agrupados entre si.
2.3. Leyes de Agrupamiento
La mente tiende a agrupar diversos elementos. Como desarrollo de esta ley aparecen otras cuatro leyes:
2.3.1.   Ley de Semejanza o de Similitud
Nuestra mente agrupa los elementos similares en una entidad. La semejanza depende de la forma, el tamaño, el color, el brillo y otros aspectos visuales de los elementos. Los datos que son similares entre si tienden a formar grupos perceptivos.
2.3.2.   Ley de Proximidad
Consiste en el agrupamiento parcial o secuencial de elementos por nuestra mente basado en la distancia entre ellos. Las unidades que se encuentran cercanas en el espacio o en el tiempo son percibidas como conjuntos.
2.3.3.   Ley de Simetría
Las imágenes simétricas son percibidas como iguales, como un solo elemento; esta ley tiene tal trascendencia, que desborda el campo de la percepción de las formas para constituir uno de los fenómenos fundamentales de la naturaleza. La biología, la matemática, la química y la física, y hasta la misma estética, se organizan siguiendo las leyes especulares, simples o múltiples, de la simetría.
2.3.4.   Ley de Comunidad
Muchos elementos moviéndose en la misma dirección son percibidos como un único elemento.
Todas estas leyes pueden resumirse en el concepto de que la organización de un campo perceptivo tiende a ser tan sencilla y clara como lo permitan las condiciones dadas. La persona tiende a agrupar las cosas de su espacio vital en su campo perceptivo de una manera organizada que se caracteriza por la simplicidad, la estabilidad, la regularidad y la simetría.




Referencias Bibliográficas:

Arteaga, J.C. (2012) Educación gestáltica: La confluencia entre el pensamiento y las emociones. eBook Kindle.
Azuaje, D. (2011) Teoría de la Gestalt como Paradigma en las Teorías del Aprendizaje. Blog Teorías y Paradigmas Educativos.
Díaz, J. (2006). Psicología de la Gestalt.
Fallas Vargas, F. (2008). Gestalt y aprendizaje. Revista Electrónica “Actualidades Investigativas en Educación”. Volumen 8, Número 1. pp. 1-12. Universidad de Costa Rica.
Pozo, J.I. (1989). Teorías cognitivas del aprendizaje. (5ª ed.). Madrid: Morata.
Ramos Gascón, M. (1999). Una introducción a la Terapia Gestalt. Valencia: Instituto de Terapia Gestalt.
Vázquez Bandín, C. (s.f.). Educción y Terapia Gestalt (I).
MAPA CONCEPTUAL DEL TEMA
LA PEDAGOGÍA GESTÁLTICA. ORIGEN Y PRINCIPIOS BÁSICOS


INFORME PERSONAL SOBRE EL TEMA
“MONTESSORI Y LA PEDAGOGÍA CIENTÍFICA”
“El niño necesita ser reconocido, respetado y ayudado. El niño es el padre del hombre.”
Maria Montessori (1870-1952) fue una educadora, pedagoga, psiquiatra, psicóloga, filósofa, científica, médico, feminista y humanista italiana que introdujo innovaciones radicales en los métodos pedagógicos de principios del siglo XX, que hoy en día nos parecen evidentes, pero que, en su momento, provocaron un fuerte rechazo de los sectores más conservadores.
Estudió medicina en la Universidad de Roma, convirtiéndose en 1896 en la primera mujer médico de Italia, e inició sus experiencias con débiles mentales en la clínica psiquiátrica de dicha universidad, las cuales continuó más adelante con otros niños.
En 1907 fundó la Casa dei bambini en Roma y elaboró un revolucionario método pedagógico partiendo de la observación y del método científico, que adquirió relieve internacional a partir de 1913. Su sistema pretendía devolverle la dignidad al niño desarrollando su libertad e independencia. Rechazaba los premios y los castigos, y en lugar de imponerles reglas arbitrarias y llenarles la cabeza de datos, les dejó libre su espíritu, para que los niños obtuvieran la satisfacción de realizar solos su trabajo.
Los principios básicos de su método tenían en cuenta la sensibilidad y la maravillosa capacidad de los niños para adquirir conocimientos absorbiéndolos como una esponja con una capacidad ilimitada. Asimismo contemplaban la importancia de un ambiente limpio y ordenado, con espacios luminosos y cálidos, diseñados para fomentar un mejor aprendizaje y crecimiento, y centrado en la educación de los sentidos, la lectura, la escritura, la gramática, los trabajos manuales, la música y la formación física.
Las observaciones que realizó Maria Montessori la llevaron a la conclusión de que el niño atraviesa unos períodos sensitivos creadores que la educación debe desarrollar cultivando en él la humildad, la responsabilidad, el respeto mutuo y el amor.
Su obra fue perseguida por el fascismo y tuvo que exiliarse a Barcelona en 1934. Además de la gran influencia que ejerció su pedagogía en Cataluña antes de la guerra civil, cabe destacar su incidencia en Gran Bretaña, EEUU y los Países Bajos.

Valencia, 9 de noviembre de 2014

INFORME PERSONAL SOBRE EL TEMA
EL KRAUSISMO EN ESPAÑA. PRINCIPIOS TEÓRICOS Y SEGUIDORES
El krausismo fue un movimiento cultural inspirado en la doctrina filosófica de Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832). Tuvo gran significación y amplitud en España, donde fue introducido por Julián Sanz del Río (1814-1869) a través de la Institución Libre de Enseñanza, un proyecto pedagógico que se desarrolló durante medio siglo (1876-1936) y que tuvo una importante repercusión en la vida intelectual del país, desempeñando una labor fundamental de renovación educativa, cultural y social.
El krausismo español fue más un “estilo de vida” que una filosofía, y supuso una tentativa de reforma de la enferma sociedad española del siglo XIX para integrarla en la cultura racionalista europea, aportando soluciones a las lacras nacionales.
Los krausistas españoles eran fundamentalmente liberales, librepensadores, reformistas, anticlericales y partidarios de la supeditación de la fe a la razón. En literatura, se declararon anticlasistas y anti románticos, y combatían la literatura superficial y vacía, de evasión, al gusto de la burguesía isabelina.
En educación, aspiraban a una reforma total de la enseñanza desligando a la universidad del Estado y de la Iglesia, para que se apoyara en la sociedad y sirviera a esta, combatiendo la ociosidad intelectual, despertando la afición a los estudios, el amor a la verdad y el interés hacia la ciencia. Pretendían transformar la espantosa realidad española de aquel momento.
El krausismo en España supuso una fecunda renovación espiritual cuyo influjo se dejó sentir en el campo de la literatura (Galdós, Clarín), la enseñanza (Julián Sanz del Río, Francisco Giner de los Ríos, Castelar, etc.) y la política.
Los “neocatólicos” atacaron furiosamente a los catedráticos krausistas, que no se sometieron a la obligación de prestar juramento de fidelidad al trono y a la Iglesia, y acusándoles de combatir la unidad religiosa de la patria y de concomitancias con la masonería consiguieron su destitución. Los que se quedaron tuvieron que enfrentarse a la censura, la persecución y el ninguneo de su labor, y los exiliados trasladaron a diversos países su labor fecundadora de la vida cultural.
En mi opinión fue una lástima que no prosperara el krausismo en España, pues hoy viviríamos en un país más moderno, libre de la influencia retrógrada de la Iglesia.

Valencia, 9 de noviembre de 2014